lunes, 29 de agosto de 2011

AQUI Y AHORA EN MERLO


DOS CLASES DE MILITANCIA

El final de cualquier elección deja heridos. De los que pierden ni hablar! Habían imaginado triunfos contundentes o “arrimar ahí” para una nueva fecha.
Sin embargo, quienes estamos con un proyecto de política a largo plazo, esto no suele incidir para nada en nuestras acciones. Es una instancia más. Otra anécdota que quedara grabada a fin de atesorar experiencias y aprender para una nueva oportunidad.
Pero están los otros, los que ni ganaron ni arrimaron y esto los conmueve profundamente, porque en sus fantasías el premio de la elección era “para ellos” una nueva forma de vida, un cargo, una concejalía, un puesto de importancia en donde esconderse de la decepción y las frustraciones personalísimas, que tienen que ver muchas veces con no sentirse reconocidos, o valorado en su sacrificio.
¿No sirven estos compañeros? Claro que sí, luego de plantearse internamente –y con mucha sinceridad- la fuerza de su ideología. Hay que acompañarlos, rescatarlos (si es posible y si vale la pena) porque se debe seguir construyendo sin prisa pero sin pausa.
Aquí y ahora en Merlo (San Luis) los que conformamos La Corriente K en Merlo tenemos clarísimo la importancia de esta premisa. Y los que conforman La Campora siguen creciendo en sus reuniones semanales a donde se suman nuevos chicos/as con la convicción que el Proyecto Nacional y Popular debe crecer, crecer y llegar a ser tan fuerte como un monolito, al cual, ni el grupo Clarín ni la “opo deshilachada” pueda siquiera rasguñarla.
 Desde La Corriente K en Merlo ya comenzamos y se han sumado nuevos y nuevas compañeros dispuestos a construir una política en positivo, una política que no se alimente de competencias y pujas, una política de proyectos (que ya van llegando) tanto en lo social como en lo cultural. Y así se sumaran nuevos militantes, regresaran otros, dejando la tristeza de la derrota porque la derrota solo existe en los que bajan los brazos y olvidan que nuestro proyecto es Cristina en el 2011 y el futuro del país. Un país que nos pone en la alternativa más hermosa, el dejar de lado egoísmos y construir, construir, construir. O ser miserable y quedarnos al costado de la historia.
Construir, él nos dejó el legado, ella nos marca el camino.

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