¿Serán los 30 años de opresión? O las rutas largas y brillantes. ¿La dependencia a la
paternidad impuesta? O quizás, los ojos brillantes y la sonrisa pícara de uno
de ellos. Las casitas de cuotas bajas que antaño supieron regar algunos suelos
de la provincia. O la severidad del otro, que se impone como un papá criterioso, de esos que se temen pero se
necesitan porque, uno solo no puede, no sabe. ¿Sera la falta de educación, los
maestros rebeldes que no hacen caso a la autoridad y pretenden rebelarse?
mientras ellos, -sabios y expertos-, cobijaron a sus coprovincianos con puestos
en un programa de inclusión social, que cada día cuenta con menos trabajadores
y que resiste la AUH porque son cosas de la nación y aquí “no nos gusta esa política”-
¿Sera
el único e importante canal de tv oficial, o el único diario de estos hermanos de
mano dura que, informan la verdad, solo verdad y nada más que la verdad?
En
Merlo –como en el resto del territorio puntano- la salud se deteriora a pasos
agigantados. En el hospital provincial de la Villa una sola médica generalista
atiende a los internados y a la guardia. Los cardiólogos ya no están, un solo traumatólogo
es part time y ha desaparecido el tomógrafo.
La ambulancia cedida por la nación se
encontraba en algún depósito y recién ahora, por la indignación de un pequeño
sector de este pueblo, retorna al lugar del que nunca debiera haber
desaparecido. Falta personal por doquier, médicos, enfermeros, personal de
mantenimiento. Hay víctimas por
supuesto, de esas que no llegaron a tiempo a San Luis Capital en casos gravísimos
o las otras que todavía persisten en
curarse y deben viajar 200km para atenderse allí o recurrir a Córdoba. La clínica
de la zona es cruel, no tiene excelentes servicios y en muchos casos, obligaron
a depositar abultados dineros antes de internar pacientes o les hicieron firmar
pagares. Pero de esto nadie habla, ni siquiera los medios nacionales.
Tenemos
que asistir avergonzados a que en un programa de canal 7 que cubre las bellezas
argentinas, un funcionario muestre sin pudor muestre los emprendimientos
edilicios (como la copia del cabildo), que al igual que la faraónica casa de
gobierno ha salido fortunas mientras la salud y la educación sufren deterioros increíbles.
El
Adolfo continúa en la senaduría poniendo obstáculos –cada vez que puede- a las políticas
nacionales y El Alberto se dedica a la actuación. Ya sus nombres no figuran en
la gobernación sin embargo continúan decidiendo, porque ellos son la autoridad máxima, el
apellido que no se discute, el feudo.
Un
grupo de vecinos nos reunimos en la plaza o frente al hospital para una acción conjunta.
Doscientos –más o menos- en la última convocatoria, cada día menos. Impotentes
ante tanta soberbia e impunidad decimos que basta, que queremos una salud
digna. Hartos ya del manoseo escuchamos como respuesta –tanto de la actual
intendenta como del nuevo gobernador- que la salud está bien, que son los médicos
los que no quieren trabajar, ah, y sobre todo que ahora se va a invertir en la
salud privada, “para descomprimir a los hospitales”.
En las
convocatorias populares un pastor con buenas intenciones aunque tibias
respuestas, nos insta a no ser agresivos, ni recurrir a los legisladores porque
no es cosa de andar haciendo política y la palabra revolución le da temor es más,
la detesta. Enojados ya ante tanta apatía
(por las casitas regadas en algunos suelos, y las rutas brillantes, y la simpatía
de uno de los hermanos y la absoluta autoridad del otro) decimos SI, la palabra
revolución es indispensable para crecer, como la revolución de mayo, y no se
trata de ser agresivos sino contundentes, y claro que precisamos a los
legisladores –aun a los oficialistas- para informarles en susurros o a los
gritos que, con los dirigentes a la cabeza o el escrache será constante. Porque
en todo caso tanto los niños adultos o ancianos queremos morir cuando sea
inevitable y no cuando ellos lo decidan con su indiferencia, con su política
conservadora e inescrupulosa. Comenzamos el próximo viernes 8 a la noche frente
al Concejo Deliberante.
En
tanto el pastor, con inclaudicable paciencia, les ha escrito una carta
recalcando “que no estamos en contra de su gobierno sino que queremos atender
nuestra salud….y que Dios los bendiga”.
2 comentarios:
Buenisima nota, gracias por informarnos, ¿como hay personas que los siguen apoyando a estos dos hermanos cuasi delincuentes? me solidarizo con la poblacion que sufre el deterioro de la salud.
María C. Sandoval
Es nuestra realidad en Merlo y en todo San Luis, desgraciadamente, gracias por la nota compañera, asi hay que hacer, informar sobre la politica feudal de los R. Saa
La Korriente Kolina en Merlo
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