lunes, 31 de octubre de 2011

¿ANTIPATRIOTAS?

Día día un "grupete" de "periodistas intelectuales argentinos?" nos descalifican en el exterior, sobre todo en el diario El País de España, por eso decidí abrir otro blog allí al que pueden acceder se llama Argentinos. Les dejo mi primer nota http://lacomunidad.elpais.com/lorenacormick/2011/10/31/-antipatriotas-


¿ANTIPATRIOTAS?

Hasta hace unos años atrás, cuando aquí en la Argentina se hablaba de buenos escritores, generalmente se miraba hacia Francia. La admiración hacia Europa era casi, obsecuente. Sucedía lo mismo al pensar en derechos humanos, y democracia. Algunos además se inclinaban por EEUU para reivindicar la buena vida. Poco a poco fuimos conociendo el valor y la impecable factura de nuestros escritores latinoamericanos, conocimos el nombre de los científicos que nos han dignificado y emprendimos –como se puede- una vez más la lucha por la liberación total de esta bellísima y enorme región.
Para lograrlo transitamos épocas tan crueles como el genocida golpe de estado del 76 y luego (un poco más un poco menos) defecciones de los gobernantes que prometieron lo que luego no se animaron a llevar adelante.  Por fin en 2003 conseguimos un merecido y necesario cambio a través de un patriota como Néstor Kirchner y ahora la presidenta Cristina Fernández quien consiguió su reelección con el 54% de los votos. Hasta aquí la historia conocida por todos, pero negada por un círculo al que podríamos calificar de ¿antipatriotas?.
Jamás he leído en los medios locales notas u opiniones de “periodistas y/o intelectuales” extranjeros calificando mal a su propio país. No escuche o descubrí notas infames en los medios argentinos con adjetivos difamatorios o mentiras hacia sus presidentes, a su economía o a sus conquistas.  Sin embargo, -con horror y sorpresa- leemos casi cotidianamente que algunos “periodistas progre” se arrogan el derecho de escribir  -en el exterior-una realidad que solo ellos imaginan en sus frustraciones personales, o se replica la voz de “algún grande” en radios europeas descalificando a nuestra presidenta y lo que es peor, faltando a la verdad.
En estos últimos días pude comprobar como Jorge Lanata se burlaba de la forma en que Cristina Fernández hablaba al nombrar a su compañero de toda la vida, “El”.  Si Lanata “El” para ella y para la mayoría de los argentinos. El con mayúsculas, altura que vos nunca podrás alcanzar. El,  un compañero que lo fue para nuestra presidenta tanto en lo personal como en lo político, y que merece mínimamente el respeto a la dignidad de un gran hombre.  Pero además Lanata aprobó   otras voces que dijeron “era odiado hasta minutos antes de morir”. Una de las mentiras más impresionantes que conocimos. Néstor Kirchner ya hacía meses había recuperado una imagen positiva en los sectores de clase media ya que en los sectores humildes nunca perdió su condición de Presidente preocupado por el bienestar de los que menos tienen.
Pero Lanata no es el único. Un pequeño grupo de “pensadores de izquierda” cada cual desde su bronca, insisten en ensuciar la figura presidencial y con ello nada menos que La Patria. Es lógico recibir desde la derecha más recalcitrante ataques feroces hacia un Modelo y un Proyecto que ha sacado de la pobreza y el desempleo a millones de argentinos con una política que incluye a todos, ignorando las presiones de la oligarquía que históricamente hundió al país en la miseria y la angustia para beneficio propio. Entonces me corrijo,: un pequeño grupo de “pensadores que se decían de izquierda, hoy corridos a la derecha más recalcitrante” no respetan siquiera lo que debería ser su propia dignidad de argentinos.
Lástima que compatriotas cuyo deber es defender la nación, se arroguen el derecho de menospreciar la voluntad de la mayoría que decidió, desde ahora y por siempre, defender esta democracia que crece y se solventa con los derechos adquiridos, tanto en lo económico, social, cultural y de derechos humanos.
Estos que alguna vez pretendieron ser la voz de los oprimidos, que consiguieron con aquella confianza que les dábamos lugares de privilegio tanto en la televisión, medios gráficos o en libros de alto ego, no soportaron que los ideales que pregonaban defender se hicieran realidad. Es que en el fondo resulto más cómodo el reclamo histérico que los convirtiera en vedettes bien pagas, y sobre todo, cuando los desafíos se hicieron realidad de la mano de este matrimonio del amor y la política, privilegiaron el buen trato con los sectores de poder que los miraban con simpatía por añorar utopías irrealizables. Los “chicos/cas rebeldes de ayer” lo son también ahora, la diferencia es que actualmente de la mano de los sectores de poder que antaño despreciaban.
Lo que quizás ignoren es que los argentinos, así como vamos ejercitando día a día la alegría del cambio, del progreso, y de la cultura, también lo hacemos con la memoria. Cuando pretendan regresar, -si alguna vez lo hacen- deben darnos muchas explicaciones. Si en cambio se quedan –como parece- del lado de los opresores de siempre, será la historia sin dobleces la que les va a dejar un sitio  poco agradable.

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