martes, 3 de mayo de 2011

Cambalache

Cambalache
Que el mundo fue y será………………

Leyendo los diarios o incluso viendo a nuestro alrededor, podríamos decir que el mundo está loco, loco, loco.
¿Quién iba a imaginar, años atrás, que el Premio Nobel perdería su esencia? En el año 2004 George W. Bush y Tony Blair estuvieron nominados para el Premio Nobel de la Paz, pese a propiciar y desarrollar la guerra en Irak, so pretexto de que Saddam Hussein tenía armas químicas, algo que jamás se comprobó.
El 9 de octubre de 2009, Barak Obama, actual presidente de  Estados Unidos fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz, por haber "creado un clima nuevo para la política internacional", según el Comité Nobel Noruego. (En Noruega una vez por año algunos jóvenes matan delfines con un palo con ganchos –hay fotos que lo certifican- como un rito para recibirse de adultos).
Noruega,  país del primer mundo.  
En la madrugada del lunes pasado (2/05/2011) vimos, y oímos con espanto, a Barak Obama anunciar que habían asesinado a Osama Bin Laden en Pakistán. “Yo lo mande matar” –dijo- y agrego palabras más palabras menos, que ahora habría seguridad en el mundo y que quien se mete con ellos la paga tarde o temprano. En las calles de EEUU mientras, la gente (banderas en mano) festejaba como si hubieran ganado un mundial de futbol.
Nadie por estos pagos reivindica las acciones de Bin Laden, tampoco los festejos por su muerte.
Se dice que la Argentina es el país que “menos quiere” a EEUU, sin embargo algo que nos caracteriza es el buen trato que le damos a cualquier extranjero que venga a visitarnos, lo que no nos priva de analizar y cuestionar al pueblo yanqui; el más hipócrita del planeta. Con una porción minoritaria de estadounidenses que se opone a las guerras, que intenta ser solidario con los países del tercer mundo, y que lo expresa muchas veces en grandes o pequeñas manifestaciones; la media es de una desvergüenza patética. Soberbios, discriminadores y prejuiciosos, pueden condenar socialmente a un presidente por su vida sexual extramarital, pero viven como Gran Victoria el asesinato del “enemigo” y saludan gozosos al presidente que ordeno la muerte como si Bin Laden se tratara de una mezcla del Pingüino, el Acertijo, y Guasón y Barak Obama fuese Batman. Lo que muestra además de infantilidad una tremenda ignorancia. Quizás no sabremos nunca a que se debe tal mentalidad, pero de hecho, la considero sumamente nociva.  Como riesgoso me resulta el mensaje del presidente norteamericano, quien parece avisar –no tan veladamente- a los que vivimos en este planeta, que ojo con lo que hacemos! Y porque no, ojo con lo que ellos precisen y no queramos darles porque….son los poderosos, son la autoridad, y pueden castigarnos.
Pero, como dice Juan –mi marido- ese mensaje es en realidad un síntoma de debilidad, porque América del Sur y Centro América están unidos como nunca antes y ya nada le va a resultar fácil al imperio.  Una ideología libertadora y solidaria ha inundado nuestros países. Por eso, volviendo al principio de estos pensamientos míos que aquí declaro, el mundo está loco, loco, loco…pero no todo. También estamos los que festejamos la vida. Los que sonreímos con una mariposa. Nos emocionamos de verdad con nuestro himno porque, por fin, podemos expresar nuestra historia real, conocerla a fondo, revalorizarla con sus vaivenes, horrores y grandes aciertos. Vivamos a nuestra Presidenta que además de innegablemente inteligente es innegablemente buena, y por si fuera poco innegablemente linda; la continuidad exacta del alma del Flaco que se nos fue pero esta, aquí, ahora y siempre. Porque contrariamente a los que matan pacíficos y bellos delfines para recibirse de adultos, desde chicos convocamos a amar a nuestros animales. Porque aquí, por ahora, son pocos los que pueden viajar en avión casi cotidianamente (como en aquellos países desarrollados) pero caminamos codo a codo junto a quienes plantean la esperanza el ideal y la solidaridad alegre. Los –por ahora- del tercer mundo; para muchos los marginados. Gracias a Dios marginados de la locura de la guerra y la ambición ferozmente destructiva. Crecemos tal como chicos que aun –y ojala por siempre-reservan en el corazón grandes purezas.  Sin ensuciar el alma con pretenciosos ideales de conquista a cualquier costo, asesinando a niños mujeres y hombres de ser necesario.
Si, quizás para ellos somos chicos aun. Chicos, pero sabios.

2 comentarios:

Lorena Cormick dijo...

En esta nota cometí un error, en el país que matan (cada primavera)a los delfines es en Dinamarca, en Noruega asesinan lobitos de mar. La diferencia es el nombre de la victima. La barbarie la misma.

Walter Nieto dijo...

Muy buena reflexión. Es increíble que en plenno siglo XXI se festeje un asesinato de forma tan descarada. Pero creo que el mundo entero lo está viendo y se indigna, y aunque los medios muestren en bullicio de esos festejos, silenciosamente estas reflexiones dan cuenta que hay un cambio en la mentalidad de mucha gente que no se deja embaucar tan facilmente.
Saludos!